La opacidad en las contrataciones del Congreso no es una falla del sistema, sino que es el sistema mismo. La Cámara de Diputados ofrece datos dispersos y técnicamente inaccesibles; el Senado ni siquiera se molesta en simular transparencia.
La opacidad en las contrataciones del Congreso no es una falla del sistema, sino que es el sistema mismo. La Cámara de Diputados ofrece datos dispersos y técnicamente inaccesibles; el Senado ni siquiera se molesta en simular transparencia.