Contra el espanto

La autora de este blog está tan consternada y triste como tantos. Porque tantos somos quienes llevamos años de ver la guerra en Medio Oriente como algo doloroso e incomprensible que, a pesar de preocuparnos, ocurre en otra parte. Suena egoísta, pero tiene lógica, aun cuando queda cerca de nuestro ánimo queda lejos de lo inmediato, de nuestro país, nuestra ciudad, nuestro pequeño barrio y nuestra casa. La vemos pasar por nuestros diarios, pero nos resistimos a las imágenes de la gente que muere al ir por comida. Y, peor aún, nos hacemos indiferentes, porque es nada lo que podemos ayudar.