Ayuda de memoria

“La independencia del Poder Judicial quedó herida de muerte en 1933. Ningún magistrado impugnó los decretos de emergencia. Cuando jueces y abogados judíos o socialdemócratas fueron apartados de sus puestos, ningún colega protestó. Al contrario, reinó cierta satisfacción por las vacantes y por la posibilidad de hacer carrera. En 1934 se crearon los “Tribunales Populares”, un viejo sueño del nazismo más virulento. El filósofo Carl Schmitt defendió que Hitler encarnaba la justicia, la justicia viva que emanaba del pueblo, no aquella que se empantanaba en “sofismas”.

Memoria

• No existe eso que algunos llaman memoria colectiva. Toda memoria es individual e intransferible.

• Como en un cuarto de tiliches, en la memoria se encuentra de todo: lo que hemos leído, escuchado, visto, las historias de otros (si es que les prestamos atención) y súmele usted. Y, por supuesto, la memoria de lo vivido. Esto último es personal y por ello resulta intransmisible.

• La memoria es nuestra acompañante perpetua. Es la sombra que nunca desaparece. Ella y uno somos la misma cosa. Es más: somos nuestra memoria.

• Hace años escuché a un médico en la televisión decir, para explicar el alzhéimer, que primero moría la persona (la memoria) y luego el cuerpo.

¿Nuevas castas?

Hace años vi en un museo de la ciudad de Monterrey una exposición de pinturas novohispanas que ilustraban la variedad de castas. Eran retratos curiosos que seguían una lógica: aparecían padre y madre y su pequeño retoño. Así, de español e india nacía mestizo; de español y negra, mulato; de negro e india, zambo. Luego el asunto se complicaba: de español y mestiza resultaba castizo; de español y mulato, morisco; de mestizo e indígena, coyote. Y después, conforme las mezclas se multiplicaban, aparecían los cambujos, gibaros, saltapatrás o los tente en el aire. Las castas conformaban un sistema rígido pero las pasiones de la vida las subvirtieron. De todas formas, al sistema lo presidía la idea de que existía una marca de nacimiento que determinaba el lugar que cada quien debía ocupar en la sociedad.

Luther King visto por Muñoz Molina

Antonio Muñoz Molina pinta a un Martin Luther King, el día de su asesinato, envuelto en una nube de sentimientos encontrados. Acudiendo a fuentes diversas y echando al vuelo la imaginación, aparece un líder cruzado por incertidumbres y certezas. Es un retrato en el que la razón y la emoción alimentan en sentidos contrarios al Dr. King. Muñoz Molina escribe un fresco del estado anímico del gran luchador por la igualdad y los derechos de los afroamericanos.

Frustración

Dice el Larousse que frustrar es “privar a uno de lo que esperaba”. Uno se puede frustrar por muy distintas causas. Pero la intensidad de la frustración —de la que el diccionario no habla— es lo que intenta ilustrar esta nota.

Al concluir la décima jornada del campeonato de futbol mexicano que acaba de terminar, el Necaxa se encontraba en el lugar undécimo a sólo un punto del décimo. Y como se sabe, la generosidad de la Federación Mexicana de Futbol es mucha: pasan directamente a cuartos de final los seis primeros lugares, pero los que quedan entre el 7 y el 10, juegan un llamado play-in del que salen otros dos equipos que completan los ocho finalistas.