Lichtenberg y los libros

~Es difícil que exista en el mundo una mercancía más extraña que los libros. Impresos por gente que no los entiende; vendidos por gente que no los entiende; encuadernados, criticados y leídos por gente que no los entiende, y, lo que es peor, escritos por gente que no los entiende.

~Ha escrito ocho tomos. Sin duda hubiera hecho mejor en plantar ocho árboles o engendrar ocho hijos.