De gauchos y gringos

Los gauchos de Ascasubi miraban a los gringos con desconfianza, con un menosprecio burlón mezclado de resentimiento. Y lo mismo Martín Fierro (“Yo no sé por qué el gobierno/ nos manda aquí a la frontera/ gringada que ni siquiera/ se sabe atracar a un pingo […] No hacen más que dar trabajo/ pues no saben ni ensillar// Y eso sí en lo delicaos/ parecen hijos de rico”).

Gauchos. La madrugada de Año Nuevo de 1872 un grupo de treinta o cuarenta asaltó el pueblo de Tandil, en la provincia de Buenos Aires.

Callejero

Cualquier persona educada sabe que es obligatorio despreciar a Napoleón III. Puso la pauta Victor Hugo, con su Napoléon le Petit, siniestro y ridículo. Pero también Marx, que le dedicó una de sus frases más afortunadas, de las que se citan sin saber de dónde viene, lo de la historia que se repite como farsa. Salvo que el golpe del 2 de diciembre fue todo menos una farsa, el imperio de Luis Bonaparte duró el doble que el de su tío, y transformó radicalmente la sociedad francesa.

Transiciones

Acaso nuestra transición a la democracia fue algo más, y fue otra cosa. A veces se ve mejor de lejos. En todo caso, se ven cosas distintas. Según Marcel Gauchet (leo El nudo democrático), el auge de la protesta “populista” no es una patología marginal, sino indicio de la apertura de un nuevo ciclo histórico. Sigo su argumento.