Consejo de enfermera

Me gustaría compartir esta idea con otras enfermeras. Cuando hablo con los pacientes me siento en una silla cerca de la cama, en vez de estar de pie. Al sentarme puedo establecer una relación más cercana con los pacientes porque la distancia física es menor y les hablo de modo directo, a la altura de la cara y no hacia abajo. Sentarse crea también una atmósfera más relajada y el paciente tiene la sensación de que la enfermera no anda a las prisas y tiene tiempo de platicar. Y como beneficio adjunto, no acabo tan cansada luego del turno de ocho horas.

Fuente: Louise Ryssmann, ER (Enfermera Registrada), carta al director de The American Journal of Nursing, vol. 70, no. 5, mayo de 1970. En: Ian Samson, September 1, 1939. A Biography of a Poem. HarperCollins, NY, 2019.

Qué fue del Hombre Nuevo

Lo principal que habría que decir de los cubanos quedaba en algún sentido fuera de las palabras: que el castrismo se las arregló para que a la mayoría de la gente, durante décadas, no le sucediera nada. Todo el que aprendió a usar la lengua, y la utilizó para decir lo que fuera, o todo aquel al que se la cortaron, y usó esa mutilación como evidencia, había logrado escapar o lo habían desplazado del corazón del régimen, ganando su condición de sujeto. Lo que en realidad definía a la gente que habitaba dentro del totalitarismo era que tenían una lengua colgándole de la boca y no sólo no sabían para qué servía, sino que actuaban sin que les hiciera falta emplearla. Se amputaba la función, no el órgano.

Si aún te acuerdas

Eras el muchacho del grupo a mi izquierda en el Phoenix Theater en Twelfth Street, un domingo de matiné en septiembre. Yo era la muchacha vestida toda de negro, sola. ¿Te acuerdas de mí? Dímelo, por favor. En el intermedio me quedé sentada para resolver el crucigrama del Times. El tema era el existencialismo. Escribí Simone de Beauvoir, horizontales, y tú te agachaste y con tu lápiz escribiste Los mandarines, verticales. La obra era Saint Joan de Shaw, estelarizada por Siobhan McKenna, quien ya murió, igual que el Phoenix Theater. Si te acuerdas de todo esto por favor mantente en contacto.

Ciudad de México, 1858

Aniquilada la antigua Tenochtitlán por las armas destructoras de los soldados conquistadores que la tomaron el 13 de agosto de 1521, instigados por el celo fanático de los frailes que los siguieron, fue construida de nuevo por los españoles en 1524; y aunque la planta que se ideó era cuadrada, las construcciones que se fueron aumentando sucesivamente le han dado en la actualidad una forma irregular, y de norte a sur entre las garitas es de 4 340 varas castellanas de diámetro [1 vara: 0.836 m.], y de oriente a poniente de 3 640. El piso es llano, sus calles rectas y amplias, y empedradas regularmente, y provista la ciudad con suficiente agua por dos acueductos; el que conduce la gorda viene de Chapultepec, y el de la delgada, desde Santa Fe, desde la distancia de dos leguas sobre una arquería de más de 900 arcos, de diámetro de ocho varas, cada uno, sobre tres de altura y 2 ¼ de ancho, y para surtir 806 fuentes se calculan 70 625 varas de cañerías.

‘Pero yo lo leí’, dijo Soledad

Entre los muchos libros que ya no escribí, ha estado siempre uno cuyo título me encandila. Se hubiera llamado Cuentos de hadas para niñas listas. Sin duda uno de los personajes centrales habría tenido que ser Marisol. Esta mujer valiente y preciosa cuya vida ha acompañado tantos esfuerzos esenciales, tantos aprendizajes, tantas batallas. Empezaría la fábula dedicada a una de las nietas de esta lectora precoz, apasionada y cabal: “Hubo un tiempo, en un país varias veces derrotado, una niña extraordinaria, la hija menor de una larga familia de mujeres audaces. Por lo mismo, la más audaz. Tenía las manos delgadas y entre los ojos la luz de quien se empeña a diario en descifrar un misterio. Y era inteligente como el fuego que llevaba en el orden de su índole aguerrida”.

La develación de un secreto público

La muestra “En memoria del barrio”, presentada en la galería de El Colegio Nacional el 4 de abril, devela y explica un fenómeno que es secreto público. En julio de 2023, al principio de la investigación que la originó, mi asistente de investigación, Fernando Moreno Trejo, y yo pensamos que habíamos descubierto algo con una serie de fotografías; creímos descubrir que a los jóvenes de barrio zacatecanos los estaban masacrando.

La lengua viperina

Hay pocos animales tan cargados de asociaciones simbólicas como la serpiente. Tradiciones de todo el mundo le han asignado un lugar sagrado; se ha vinculado con la vida, con la muerte, con el bien, con el mal, con la lluvia, con la traición. Entre esta multiplicidad de significados permanece hasta nuestros días la idea de una relación especial entre la serpiente y cierto tipo de lenguaje. Hasta la fecha, en México, “viborear” significa hablar mal de una persona. El habla viperina es mordaz, maldiciente, aduladora, hiriente o retorcida.

Soledad Loaeza y el guiño de la historia

Un tipo de ciencia política sueña con emanciparse de la historia. Es una fantasía que acompaña al anhelo de acercarse a la física. Aunque los modelos predictivos están fuera del alcance de la disciplina, los politólogos les tienen una abierta o encubierta envidia a los economistas, quienes parecerían haber dado ese salto cuántico que separa la mera opinión de las ciencias de verdad. Recuerdo haber sido inoculado contra esa tentación durante mi formación. Cuando estudiaba el doctorado, en una ocasión David Laitin discurrió sobre el genio del antropólogo Clifford Geertz que proponía que desde un punto de vista externo era imposible distinguir entre un tic en el ojo y un guiño.

Primer aviso sobre la tormenta judicial

I

No existe un retroceso institucional más demoledor para la democracia mexicana —que se construyó a lo largo de muchas décadas— que la reforma judicial impulsada por el expresidente López Obrador y materializada por la presidenta Sheinbaum.

No es exagerado sostener que, con esa operación constitucional y legislativa, México ya no pertenece al conjunto de países que, desde la segunda posguerra del siglo XX, adoptaron el modelo democrático constitucional como diseño del Estado. Me explico.

Ese modelo de organización política tiene un conjunto de instituciones concretas y cada una es necesaria para que el modelo subsista. Si falta alguna de esas condiciones, el constitucionalismo democrático no existe.

No me detendré a identificar cada una de las condiciones, pero para sostener la conclusión que he adelantado, es importante advertir que separar los poderes y la existencia de jueces o tribunales constitucionales son dos de ellas.

De la separación de los poderes penden dos principios basilares del constitucionalismo: el principio de legalidad y el principio de imparcialidad. Este último depende de la independencia judicial ante los otros poderes (sobre todo el Ejecutivo y el Legislativo).

1978

Denise Maerker
Antes de comenzar quiero compartirles unos datos. De 1960 a 1981 el producto interno bruto per cápita aumentó en 110 %, y hablamos de un periodo en el que además hubo explosión demográfica. Un aumento así en un periodo de veinte años es algo extraordinario y, por supuesto, no sólo modeló la vida en esa época sino también el concepto de progreso. La gente pensaba que las siguientes generaciones iban a estar siempre mejor que las anteriores. En 1979, en su tercer informe de gobierno, el presidente López Portillo anunció que habían encontrado el tercer yacimiento de petróleo más grande del planeta en la Sonda de Campeche, un enorme depósito de petróleo y gas con características de presión y composición inusitadas: Cantarell. Las reservas de petróleo pasaban de 6338 millones de barriles en 1976 a 6783 en 1981, en el momento en que el valor del petróleo había aumentado exponencialmente, lo que ponía a México ante una increíble oportunidad. Hablemos de esa esperanza y de lo que ocurrió después.

Alan Riding
Antes de ver cómo empezó, hay que ver cómo acabó el presidente anterior. Luis Echeverría logró por una magia populista mentirosa dar la impresión de que México pasaba por una apertura democrática, la frase al uso y todo el tiempo. Hubo movimientos de guerrilla que fueron aplastados de forma bastante silenciosa. Se supo de centenares de desaparecidos y mucha represión, sobre todo en Guerrero con Lucio Cabañas. Algunos intelectuales y muchos de mis amigos llegaron a pensar “ahora sí se puede”. El Halconazo, el 10 de junio del 71, me tocó en el sentido de que mi esposa fue secuestrada aquel día por los Halcones. Y, sin embargo, los intelectuales perdonaron a Echeverría, aunque fue partícipe en el Halconazo con que se reprimió la posibilidad de un nuevo movimiento estudiantil. La desilusión aumentó y al final del sexenio se dio el golpe contra Excélsior, que dirigía Julio Scherer. La situación económica fue empeorando, hubo la primera devaluación en veintidós años. Y Echeverría, en su desespero por mantener un poco una imagen de izquierda, ordenó nacionalizaciones o expropiaciones de terrenos en el norte del país. El ambiente fue fatal en todos sentidos, incluso económicamente. La elección de López Portillo se da sin más candidatos. Recuerdo en los días previos a su toma el 1 de diciembre que había rumores de golpe de Estado. La gente estaba muy nerviosa, se decía que la ciudad de México estaba rodeada por tanques.